Por: Miguel Yáñez Hernández (@miguelayh) – agendachilena.cl

En la previa a la primera edición de los Premios Pulsar de la Música Chilena que serán transmitidos en vivo por La Red, el programa «Cultura Verdadera» repasó en esta edición especial los antecedentes de la industria musical nacional, además de analizar cómo los nuevos avances tecnológicos han jugado un rol fundamental en la aparición y difusión de nuevos artistas.

Acompañando a Ignacio Franzani, quien será el animador del inédito certamen, completaron el panel el periodista Manuel Maira, el director de TV y jurado de los Pulsar 2015 Gonzalo Cordero, el exmanager de Los Prisioneros Carlos Fonseca, el presidente de la SCD Álvaro Scaramelli, el musicólogo Juan Pablo González y los músicos Nano Stern y Consuelo Schuster.

Se comenzó debatiendo el tema de la dictadura en el desarrollo de la música en nuestro país, lo que a juicio de González afectó a un cierto grupo, debido a que a la música de algunos estaban relacionados directamente con la política. Respecto a ese tema, no detallaremos más y nos enfocaremos a cómo fueron surgiendo diversas corrientes en la música chilena a través del tiempo y cómo fueron influyendo en la escena nacional. Algunos de estos tópicos están basados en lo mencionado en el programa y otros, en conocimientos propios que manejamos. En otras instancias detallaremos a fondo algunos de estos temas o desarrollaremos otros que nos podrían faltar.

La «Nueva Ola Chilena» y los primeros pasos de la música chilena

En el episodio se comentó sobre el fenómeno de la «Nueva Ola», movimiento que tomó fuerza en la década de los 60 y que produjo un alto impacto mediático en la época. Sus principales influencias eran el rock&roll estadounidense, el pop europeo y la balada italiana. Peter Rock fue uno de artistas precursores de esta generación, la cual también tuvo en sus filas a Cecilia, Buddy Richard, José Alfredo Fuentes, Luz Eliana, Luis Dimas, Danny Chilean, Gloria Benavides, Alan & Sus Bates, entre otros cantantes que se fueron sumando a lo largo del tiempo.

«También hay que considerar que la Nueva Ola estaba muy de la mano con los productores de ese momento, que les traían esos discos de afuera y les hacían grabar la versión chilena. Ellos bautizaron a los Buddy Richard, a los Danny Chilean… Venían con los twist, con los rock and roll de afuera… Entonces hubo ahí un manejo de industria muy importante», señaló el cantautor Álvaro Scaramelli, quien también se desempeña como presidente de la Sociedad Chilena de Derechos del Autor, SCD.

«En esa época la industria seguía mandado. Los grupos de rock que surgieron desde el año 1967 en adelante estaban recién en pañales y no ocurría lo que pasaba ahora: que sale un movimiento de afuera y que aquí ya lo están haciendo», intevino el exmanager de Los Prisioneros, Carlos Fonseca.

Relacionado con ese tema, Ignacio Franzani destacó que en aquellos años a muchos de los músicos chilenos que querían rockear y, que al no haber instrumentos, les llegaba una revista desde el extranjero y que construían a escala su propia guitarra eléctrica en medio de un nivel de precariedad. «Yo construí mi propia guitarra y fui a San Diego a comprar unas cápsulas. Yo no sabía que la tesitura tenía que tener un espacio… y no sonó nunca. Pero esa era la única manera de optar y soñar con ser músico», complementó al respecto Scaramelli.

El legado de Los Prisioneros que sigue vigente

De todas maneras, la Nueva Ola Chilena marcó un precedente en la juventud de ese periodo y significó un primer acercamiento masivo con la música nacional.  Luego de aquello, surgió la figura de Los Prisioneros – banda liderada por Jorge González y completada por Claudio Narea y Miguel Tapia – que sin dudas ha marcado un huella dentro de la industria y que la ha convertido en la agrupación musical chilena más importante de la historia, trascendiendo y cautivando a las distintas generaciones que han surgido desde ese entonces.

El trío sanmiguelino se formó en 1979 y entre sus temas más conocidos destacan «La voz de los 80», «Corazones rojos», «El baile de los que sobran» y «Tren al sur». El conjunto se separó en 1992 y luego tuvieron un breve retorno que efectuó entre 2001 y 2006 con un concierto masivo en el Estadio Nacional ante más de 140 mil asistentes, el que también incluyó los álbumes «Los Prisioneros» (2003) y «Manzana» (2004). A su haber cuentan con seis discos de estudio, seis recopilatorios, tres en vivos y varios especiales.

«Cada 10 años hay una generación entera que no han visto a Los Prisioneros y empiezan a interesarse y a desearlos», reflexionó Fonseca. Y es por aquello, que en los Premios Pulsar se le rendirá un homenaje al cabecilla de Los Prisioneros, Jorge González, quien se encuentra delicado de salud y que también hace poco estrenó un vídeo después de varios años.

Punto clave: La masificación de la música nacional en los 90 y 2000 (Reflexión de Miguel Yáñez Hernández, director de agendachilena.cl, fanático de la música chilena y constante investigador de esta)

Sin dudas gracias a su legado y a la influencia que estos generaron en la industria nacional que es innegable, comenzó a masificarse la música chilena con la aparición de nuevas agrupaciones, que se atrevieron y comenzaron a generar sus propias creaciones por ahí en la década de los 90 y años 2000. Porque en Chile, ahora, la mayoría de las canciones son escritas y compuestas por los mismos músicos de nuestro país con un estilo similar y que fue dando pie al surgimiento constante de nuevos emprendimientos.

Lucybell, Canal Magdalena, La Ley, Los Tres, Los Bunkers, Sinergia, Saiko, De Saloon, Glup! comenzaron a emerger y algunos más que otros, comenzaron a internacionalizar su carrera y ser escuchados con fuerza en distintas radios, en la televisión y en otros rincones del mundo. De hecho, aún permanecen vigentes – estén disueltos o no -, ya sea brindando conciertos en suelo nacional o extranjero, siendo escuchados frecuentemente por sus seguidores o través de las distintas plataformas existentes, siendo sus nombres permanentemente recordados como parte de la historia de la música chilena, y también sirviendo de inspiración para nuevas bandas. Es cosa de ver la gran cantidad de músicos y compositores que existen hoy en día y, que lamentablemente algunos no son difundidos de la misma manera que otros.

Hay que destacar también a cantantes y agrupaciones (retrocediendo en el tiempo en algunos casos) como Joe Vasconcellos, Gondwana,  Inti Illimani, Congreso, Violeta Parra, Víctor Jara, Los Huasos Quincheros, Chancho en Piedra, Los Jaivas, Patricio Manns, Eduardo Gatti entre otros, que igualmente han servido de influencia para nuevas generaciones y cuya música se mantiene aún vigente. El folclor y otros estilos musicales están presentes en este grupo.

Las boy band y los programas busca talentos

Un episodio anecdótico es el surgimiento de las bandas Stereo 3 y Supernova en los comienzos del 2000, que a pesar de permanecer poco en el tiempo, generaron un fenómeno importante en la época con sus canciones y su estilo juvenil, las cuales estuvieron inspiradas por la ola boy band y pop adolescente imperante a comienzos de siglo (N’Sync, Backstreet boy, Westlife, 5ive, Spice Girls, etc). Ambas agrupaciones contaron con la producción de Cristián Heyne y Koko Stambuk, conocidos como la «Dupla Packman».

Stereo 3 estuvo formada por Ignacio Rosselot, Gianfranco Foschino y Vittorio Montiglio. Estuvieron en actividad entre el 2000 y 2002 y editaron el disco «Partir de cero» (2001), placa de la cual se desprendieron sencillos como «Atrévete a aceptarlo» y «Amanecer sin ti». Por su parte, Supernova fue considerada la versión femenina de esta agrupación. Originalmente estuvo conformada por Constanza Lewin, Elisa Montes y Consuelo Edwards entre los años 1999 y 2002 y grabaron un disco titulado «Supernova»(1999), donde destacaron los éxitos «Maldito amor» y «Tú y yo».

Tras la renuncia de Lewin a comienzos de 2002, los productores decidieron renovar la banda y realizaron un concurso en la Revista Miss 17 para una nueva formación: Claudia González, Constanza Lüer y Sabina Odone fueron las seleccionadas, quienes lanzaron «Retráctate» ese mismo año. Luego de un año y medio, se congeló el proyecto.

De un estilo similar, surgió Kudai, la cual nació en 1999 como un proyecto infantil llamado «CIAO: El poder de los niños» con Nicole Natalino, Bárbara Sepúlveda, Tomás Manzi y Gabriel Holman como las caras visibles. De ahí sonó «Será por que te amo». Pero los chicos crecieron y en 2004, la agrupación tomó el nombre de Kudai, que permaneció hasta 2009, con tres discos a su haber y con éxitos como «Sin desepertar», «Ya nada queda» y «Escapar» y varios premios MTV Latinoamérica. En 2009, Natalino abandona por estrés la banda y asume en su lugar la ecuatoriana Gabriela Villalba.

La televisión también ha jugado un rol importante en la formación de nuevos talentos y gracias a estas instancias, muchos de sus participantes han producido discos traspasado las fronteras con su música. El reality «Protagonistas de la Música» (Canal 13, 2003), «Rojo fama contra fama» (TVN, 2002-2008) fueron una vitrina importante para que nombres como Ximena Abarca, Feliciano Saldías, Daniela Castillo, Mario Guerrero, Monserrat Bustamante, Leandro Martínez, Romina Martin, entre otros, pudieran abrirse espacios en la escena musical chilena y/o extranjera. Lo mismo podría ocurrir ahora con «The Voice Chile» (Canal 13, 2015), de donde se están descubriendo voces bastante talentosas.

Las nuevas tecnologías y la democratización de la producción 

Sin dudas, la tecnología ha sido la gran protagonista del último tiempo y su avance ha sido exponencial, al punto que cada vez surgen más productos que dejan obsoletos a sus antecesores en un corto tiempo. Y la gran estrella ha sido internet: Gracias a esta plataforma la música se ha democratizado y es fácilmente accesible para el público. Soundcloud, Spotify y YouTube son algunas de las redes disponibles en el ciberespacio para que el artista pueda dar a conocer su trabajo, todo gracias a este nuevo proceso musical que se denomina «digitalización».

Pero además de esta ventaja, ha traído consecuencias negativas como en el quiebre de algunas disqueras (algunas se han renovado y han resurgido) ante la poca producción de cassettes y CD’s. Los sellos musicales ya están quedando obsoletos y cada músico puede desarrollar su producto de manera independiente gracias a estas facilidades y el sinnúmero de herramientas que antes eran impensables. Y las redes sociales han jugado un importante papel en esta nueva estrategia de difusión.

«(Este fenómeno) Ha sido positivo por que es más fácil hacer música y compartirla, es más democrática. Pero también está el lado negativo en que es difícil alcanzar la transversalidad, se está en todos lados. Algunos son conocidos, pero para ciertos nichos… Ahora está todo segmentado, ahora hay acceso para todo. No hay tiempo para escucharlo todo y hay que empezar a filtrar…», indicó al respecto el periodista especializado en música, Manuel Maira en Cultura Verdadera.

«Las nuevas camadas han cambiado el switch de generaciones anteriores, que siempre lo de afuera es mejor porque es de afuera… Al chileno le cuesta mucho reconocer que otro chileno es bueno, parafraseando a lo que una vez dijo Jorge González… Habían prejuicios, ahora eso ha cambiado», agregó.

«Hay mucha música que mostrar y se están haciendo las cosas bien. Que hayan ferias y que esté la Ley del 20%, están ayudando a impulsar a los artistas para que vayan creciendo», intervino en el estelar la cantante Consuelo Schuster.

Por otra parte, en el panel también se discutió el rol de la televisión, en el que en su momento era el punto de entrada para los artistas (ya analicé algo similar antes), ya sea con presentaciones en el Festival de Viña del Mar o como invitados a ciertos programas de la pantalla chica, dando cuenta de que antes todo era manejado por ciertos grupos. El mismo caso para lo señalado anteriormente con los sellos musicales, que actualmente están quedando a la deriva, los cuales se encargaban y dirimían cuáles artistas continuaban con su carrera y cuáles no. Porque todo el proceso de desarrollo y finalización de un trabajo dependía completamente de ellos. Ahora esas herramientas que antes eran de su exclusividad, están al acceso de todos.

«Es maravilloso, es una oportunidad increíble que tenemos nosotros y que creo que va mucho más allá de la música. Se producen revoluciones en otros países a través de la posibilidad de comunicarnos unos con otros sin tener que pasar por el filtro de los grandes poderes. Y eso es algo que tenemos que saber aprovechar. Tenemos que ser una generación valiente e inteligente para saber utilizar estas herramientas para mejor», aportó Stern.

«En los años 90, los artistas eran creados por la industria. Entonces estos artistas siempre se sentían falsos, que venían de una corriente marketera (…) Las nuevas generaciones nacieron sin esta corriente, cuando los sellos fracasan. Nacen desde los escenarios, desde abajo, tocando en las universidades y en todos lados, como lo hacíamos en el 80», agregó Scaramelli.

Actualmente en la escena musical podemos encontrar una nutrida camada de cantautores nacionales, cuyo trabajo es avalado tanto en Chile y en el extranjero. Francisca Valenzuela, Manuel García, Nano Stern, Gepe, Javiera Mena, Camila Moreno, entre otros, son parte de esta nueva generación. Bueno, además de los ya clásicos noventeros.

La ley del 20% está haciendo sus primeros efectos en las radioemisoras nacionales, lo que también esperamos que ocurra con los Premios Pulsar en la difusión de la música chilena. Eso sí, consideramos que muchos nombres se repiten y deseamos que el espacio disponible sea equitativo, ya que hay muchos artistas que cuentan con el talento y no están en el lugar que merecen.