Los cinco años de Agenda Chilena llegan en un momento difícil, quizás el más complicado de la época contemporánea. Primero, el último semestre del año pasado con el «estallido social» que paralizó muchas actividades del ámbito cultural, y ahora con un tema que ya es mundial, la propagación de la pandemia Covid-19 que hasta la fecha, ha cobrado más de 25.000 vidas.

En el primer lustro de este proyecto Agenda Chilena, cuyo objetivo es la valoración y difusión de la industrial cultural chilena resaltando exclusivamente su valor artístico y no cayendo en el proselitismo, se ha logrado cosas que pueden parecer inalcanzables para un medio de comunicación independiente y autogestionado en el corto plazo.

Hemos podido estar presentes en los eventos más importantes de nuestro país, como el Festival de Viña, el Festival del Huaso de Olmué y la Teletón, en cuya cobertura hemos rescatado y estrujado al máximo de nuestras capacidades esa esencia y tinte artístico que pocas veces se mencionan en un medio tradicional. Asimismo, hemos dicho presente en las más destacadas instancias de la industria artística chilena, como los Premios Pulsar, la Feria Pulsar, el Día de la Música Chilena, la Feria del Libro de Santiago, la extinta Cumbre del Rock Chileno, entre otras.

Sin embargo, en estos cinco años también hemos tenido frustraciones y momentos complicados, especialmente en lo que es el financiamiento de esta plataforma. Los ingresos son mínimos, muchas veces sale de nuestro bolsillos, a veces no alcanza, lo que a pesar de las ganas, nos ha impedido abarcar más contenidos exclusivo y tomar algunas invitaciones que nos permitirían dar el gran salto a ser un referente de la difusión de la música chilena.

En mayo pasado, tomamos la decisión de formalizar a Agenda Chilena como EIRL a través de una agencia y productora de contenidos que nos permita en el mediano plazo postular a fondos, conseguir patrocinio para concretar nuestras ideas (que ya queremos hacerlo) y también asesorar a artistas y agentes culturales a posicionarse dentro los medios de comunicación y ser visibles ante más audiencia. Aportar o trabajar junto a «Agenda Chilena Servicios» nos incentivará y nos pondrá manos a la obra para por fin llevar la música chilena a diferentes formatos y perspectivas, y también darle empleo a otras personas que también esperan su oportunidad y demostrar sus habilidades y aporte en estas temáticas.

En lo personal, Agenda Chilena también ha sido un aprendizaje, ya que siendo fanático y seguidor de la música chilena desde hace muchos años, he conocido nuevos talentos abriéndome a otros géneros y conociendo el trabajo que a diario realizan para abrirse espacio en la escena; así como también he entrevistado a grandes referentes de la música, de los cuales he tomado su aporte y experiencia para intentar plasmarlo en nuestros contenidos y respaldar ante nuestros lectores la gran calidad, riqueza y variedad, además de cantidad, con la que cuenta la producción artística chilena.

Agradecer, además, a nuestros ex colaboradores a lo largo del tiempo: los periodistas Jorge Aliaga Sandoval, Claudia Campos Henríquez y Máximo Olivares Pérez; a Roberto Moragues Rubilar que nos ha aportado con gráficas y con el logo de nuestro medio; a los actuales colaboradores Carlos Figueroa Rojas en fotografía y Felipe Maldonado Araya en producción y redes sociales; a los organizadores de eventos que nos han dado la confianza para cubrirlos en terreno; a las agencias que nos entregan diariamente contenido; a los artistas que han compartido nuestro contenidos y que nos han permitido conocer más de sus proyectos; a los colegas que nos han facilitado nuestro trabajo y de los que hemos aprendido nuevas herramientas; a los agentes culturales que nos han invitado a ver la cultura desde otro punto de vista; a mi familia que ha subsidiado en algunas ocasiones; y en especial, a nuestros lectores.

Sin ellos, Agenda Chilena no podría haber llegado a los cinco años, y sé que seguirán estando ahí para que sigamos adelante con nuestro proyecto, a la vez que nos comprometemos a ampliar y mejorar cada vez más nuestros contenidos para poder ser en un mediano plazo un aporte al rescate y la difusión de la música, cine, literatura, televisión, teatro y otras manifestaciones artísticas hechas en Chile y por chilenos.