La carrera musical de María José Quintanilla Sandoval comenzó muy temprano. Cuando apenas tenía 11 años, ya formaba parte del grupo folclórico «Los Maipucitos» y había ganado el programa de talentos «Bravo Bravissimo», que le valió representar a nuestro país en un festival italiano. A fines de 2002, ingresó a «Rojo Fama Contrafama» y, siendo la concursante más joven, ya era la más popular del público.

Allí despegó, siendo la primera en lanzar un disco, «México Lindo y Querido» (2003), el cual a los pocos días se convierte en Top 1 en ventas, consiguiendo en tan solo seis meses ocho discos de platinos, todo un récord en la industria discográfica nacional. El fenómeno la lleva a escenarios importantes como el Festival de Viña y del Huaso, además de recorrer distintos países de Sudámerica.

En la actualidad, «Cote» tiene 27 años, y dentro de su catálogo se contabilizan ocho álbumes de estudio. En conversación con agendachilena.cl, afirma que esa imagen de niña con la que aún es reconocida, «me sigue persiguiendo, pero nunca la vi como mala onda; al contrario, me alargó la vida artística y fue un plus importante, porque el trato y la forma en que socializo con la fanaticada de distintas maneras, así como una familia, porque ya son 14 años».

¿Cómo crees que ha evolucionado tu carrera, desde aquella experiencia en Rojo? 

Hay una evolución importante, de intereses y querer hacer otras cosas, y también donde la gente por primera vez me esta viendo como veinteañera, lo que es un logro para mí. No sé si siento si he mejorado, pero sí tengo más experiencia en lo que hago, ya no estoy tan temerosa como antes.

¿En qué etapa consideras que te sitúas hoy?

En una etapa en que uno ya sembró y trabajó muchísimo, y que ahora toca la cosecha, que es la parte más bonita y donde vale más la pena mirar atrás y notar que fue bueno no descansar mucho y haberse sacado la cresta. Estoy muy contenta.

En tus últimos singles, hemos visto rancheras bailables y nuevas facetas…

Yo he hecho balada últimamente, música más cumbiera como «Fue Difícil», pero siempre ha sido con el mariachi que acompaña mi música, y el cual es parte de su esencia. Cuando uno nace de una manera, es imposible negar los orígenes, y siento que la música mexicana es parte de esto. Va más allá en si es una música comercial o no, es la que me ha traído beneficio, pero que también ha sido difícil ser señalada como «mira, esa niñita que canta música mexicana», por lo que se ha tenido que demostrar con trabajo, más que por querer, que hacer música mexicana es tremendamente difícil y valorable. Siento que eso se logra, solo haciendo la pega.

María José Quintanilla admite que escucha de todo un poco, para «mantener la oreja despierta», y obviamente dejando abierta la posibilidad a nuevos estilos, así como rock, pop y hasta jazz. Incluso, por un asunto personal, ha estudiado saxofón, instrumento que ha llevado a sus giras para aprender más con sus músicos, con quienes de vez en cuando hacen notas largas, aunque bromea también que «yo me mareo un poco antes, porque ellos tocan todo los días, y el ritmo de respiración es diferente».

Asimismo, lanzó un disco promocional en formato de vino, una sesión especial que incluyó canciones anteriores y también otras inéditas de su autoría. En esa senda de crear se encuentra ahora, ya que se alista para lanzar una nueva producción, que de seguro traerá nuevos sonidos e inspiración, pero con la misma esencia que la ha caracterizado por más de la mitad de su vida.