Fabrizio Copano se ha desenvuelto en la actuación, en la redacción de libretos, haciendo notas en televisión, e incluso codirigiendo películas como «Prueba de Actitud». Al Festival de Viña llegará por primera vez para hacer reír al público a través del stand up comedy, una faceta que se le conoció en el extinto programa «El Club de la Comedia», y cuyo libreto ha probado en diferentes públicos y adaptados exclusivamente para quienes cancelarán su entrada a la Quinta Vergara en la última jornada.

En conferencia de prensa, el comediante manifestó estar tranquilo y preparado para la noche de clausura, donde compartirá escenario con artistas de distintos estilos como el colombiano J Balvin, la argentina Lali, los uruguayos Marama & Rombai, además de la nacional Mon Laferte, una combinación que, para él le es favorable por la juventud, ya que se considera como tal. Asimismo está consciente de que también habrá niños, por lo cual su libreto no se enfocará en un solo segmento, ya que también lo ha probado en diferentes escenario, incluso para la tercera edad.

«Siento que ya estudié para la prueba, entonces me puede ir mal o bien, dependiendo del día, pero con la convicción de que he hecho la tarea. Igual la tranquilidad genera nervios, y viceversa. Es importante ser parte de una tradición que uno ha visto desde chico», afirmó. Asimismo, aseguró que hablará de temas principalmente locales, para que se el público se vea reflejado, sin caer en la xenofobia, homofobia y divisionismos, así como también ha bajado sus expectativas para su show, ya que espera «que cualquier cosa buena que salga, sea sorpresiva y positiva».

Fabrizio Copano generalmente escribe sus guiones, pero ha incorporado a su equipo algunos nombres para tener nuevas perspectivas y basarse en experiencias festivales, como lo hizo con Luis Slimming. «Muchos van con la idea de que hago humor negro, pero es bueno, porque va a haber una sorpresa irreverente que va a jugar con eso y confirmar que eso no es cierto», agregó. Sus principales referentes son Felipe Avello, con quien se comunica frecuentemente, y el fallecido Andrés Rillón, a quien quizás le de un espacio a su rutina, por lo cual su tipo de humor se basa en «lo absurdo, que no es ordinario y juega con temas que parecen intelectuales, pero que no lo son, o que pueden ser masivos o particulares».