Una falla multisistémica, derivada de un cáncer al pulmón, le arrebató la vida a los 73 años al cantautor chileno Ángel Cereceda Parra, hijo de Violeta Parra y fundamental en la Nueva Canción Chilena. El artista se encontraba internado en Francia con coma inducido y respirador artificial luego de sufrir una recaída.

Su carrera comenzó desde muy temprano, a los 5 años, cantando en los circos, mientras que a los 10 años tocó su primer instrumento: el guitarrón chileno. A los 15, en tanto, publica su primer EP junto a «Los Norteños», titulado «Cuatro villancincos chilenos», siendo dos folclóricos de su autoría.

Posteriormente, vinieron experiencias en la televisión, donde desempeñó funciones desde tramoya hasta director. Junto a su hermana Isabel forman un dúo, y en 1965, lanza su primer álbum como solista «Ángel Parra y su guitarra». Después de ese trabajo discográfico, vendrían más de cincuenta en su catálogo, siendo el último «En tiempos del tío Roberto» en 2009. Sus producciones incluyeron homenajes al Descubrimiento de América, su madre y Gabriela Mistral en los noventa.

En 1973 fue detenido por la Dictadura Militar y tuvo que partir al exilio en México y Francia, este último donde finalmente se instaló junto a su familia. En su carrera también colaboró en el surgimiento de agrupaciones como Quilapayún y Los Curacas. Últimamente, se encontraba enfocado en su documental «Violeta Más Viva Que Nunca», el cual hace mención al centenario de Violeta. Sus hijos, Ángel y Javiera, siguieron su herencia musical.