Este miércoles, a los 84 años, falleció el artista chileno Rodolfo Opazo Bernales, quien en 2001 fue distinguido con el Premio Nacional de Artes Plásticas, en reconocimiento a su extensa y destacada trayectoria, además de su «compromiso con la formación y desarrollo de artistas jóvenes y su proyección en el campo internacional del arte».

El pintor y escultor formó parte de la Generación del 60 junto a Roser Bru, José Balmes, entre otros, aunque con una línea de corte más surrealista y ligada a sus experiencias personales. Opazo dejó obras como «Imágenes de barrio», mural instalado en la estación El Golf del Metro de Santiago; y «Frontera del silencio», un óleo sobre tela que se encuentra en el Hospital del Trabajador.

«Puso en escena una pintura que podríamos llamar surrealista pero que luego fue llegando a los conceptos metafísicos más próximos a los lineamientos de Magritte, siempre ligado a un colorido y a un imaginario local. Eso es lo que hacía interesante su obra», señala a La Tercera el director del Museo de Arte Contemporáneo, Francisco Brugnoli.

El artista se formó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, para luego ingresar al Taller 99 a especializarse en grabado. También, recibió una beca para estudiar arte en el Pratt Graphic Art Center de Nueva York. Pero tras unos años, regresa a nuestro país para ejercer la docencia en la Escuela de Artes Aplicadas, y posteriormente en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

En 2008, Opazo había sufrido un accidente vascular que lo dejó en coma y cuatro años sin pintar. Pero solo el año pasado se retiró de la actividad en su casa taller de Lampa para dedicarse a otros pasatiempos, como el cine y la música.

Los restos del artista son velados en el Salón Blanco del Museo Nacional de Bellas Artes, desde este jueves 27 de junio a partir del mediodía, mientras que su funeral se llevará a cabo mañana viernes 28 de junio, en el Parque del Recuerdo a las 12 horas.