De la mano de una estética que recuerda al rock psicodélico de los 70’s, guitarras estridentes, y un groove que transita con naturalidad entre la calma y la inquietud, el primer disco de larga duración de Foltzone suscita estados de ánimo opuestos como la incertidumbre y la esperanza.

Al mismo tiempo, esta producción aborda problemáticas que afectan a la sociedad tras la reciente pandemia, como son la ansiedad y el aislamiento, a través de letras cantadas entre el inglés y el español.

«Este disco lo consideramos un viaje, una experiencia sónica que busca despertar una introspección psicológica. Sentimos que amerita más de una escucha, para poder apreciar sus múltiples capas sonoras», comentan desde Foltzone.

De esta manera, la agrupación capitalina ilustra un panorama ruidoso, contagioso y por momentos sintético, presentando una única vía de escape posible frente a los males que se arrastran desde la pandemia: la música. “La música como herramienta directa de sentido, inspiración y superación”, detallan.

Destacan en este disco los sencillos “Waves of Rock ‘n’ roll”, “Dreaming Awake” y “La Espera”, donde se pueden percibir el dinamismo e identidad que Foltzone viene construyendo en el último tiempo.

El álbum homónimo de Foltzone fue grabado en “Estudios Zen” por Pablo Hernández y Jaime Rodas. La producción estuvo a cargo de Matías Vásquez (además de la grabación, mezcla y masterización de “A Thousand Pages”) con asistencia de Jaime y Pablo, mientras que la mezcla la realizó Wally, y el master Francisco Holzmann. La portada es trabajo de Andrea Pérez.

Foltzone es José Alcaíno (batería y drumpad), Matías Fuentes (teclados y sintetizadores), Sebastián Flores (bajo) y Matías Vásquez (guitarras y voces). Participa también Ismael Vásquez, quien grabó baterías y percusiones del disco.