Uno de los días más históricos de la música chilena llegó, aunque, para algunos casos, la lluvia jugó una mala pasada obligando a suspender algunas actividades que conmemorarían este hito. El centenario del natalicio de Violeta del Carmen Parra Sandoval llegó cargado de homenajes y eventos que recuerdan y mantienen vivo su eterno legado en la cultura latinoamericana. Término genérico porque Violeta no hizo solo música, sino que también un sinnúmero de obras visuales, que complementan las interpretaciones y lecturas sobre su enriquecedora obra, cargada de simbolismos y atrevimiento.

Las letras de sus canciones mantienen vigencia hasta el día de hoy. En su memoria, se declaró el 4 de octubre como «Día de la Música Chilena», en donde con show gratuitos por todas las regiones del país, artistas nacionales se abren espacios y tributan a la autora de «Gracias a la vida».

La obra de Violeta Parra ha trascendido en distintos formatos, siendo la música uno de los más frecuentes junto con la literatura. A nivel nacional e internacional, una gran variedad de artistas – de distintos géneros musicales – han reversionado sus clásicos, mientras que sus nietos Ángel y Javiera lanzaron un disco con las últimas composiciones de la cantautora, y para qué hablar del emotivo y masivo tributo que le rindieron exponentes chilenos y argentinos en tierras trasandinas.

En la literatura también tuvo su lugar, uno está plasmado en pluma de alguien que la conoció muy bien, e incluso escribieron juntos «La exiliada del sur». Se trata de Patricio Manns, con «Violeta, la guitarra indócil», que relata «de primera mano mis relaciones con ella: Viajamos juntos a Europa, por América Latina, cantábamos en peñas folclóricas en Santiago», según nos comentó el autor que forjó su carrera admirado por su talento, y que según describe musicapopular.cl  «su principal valor es ser un ensayo testimonial de valiosa cercanía».

Otra publicación que destaca es «Violeta Parra en sus palabras», de Marisol García, que en palabras de editorial Catalonia, la artista «comparte aspectos de su vida y de su trabajo tal como ella los transmitió a los medios de comunicación de su época. Son sus palabras, con sus énfasis y sus detalles (…) Aparece una mujer de rasgos inesperados: paciente en las explicaciones, vibrante en la descripción de su trabajo, generosa en la alusión a otros músicos y con buen sentido del humor ante preguntas imprudentes. Están, también, la nostalgia y el dolor por una lucha en la que muchas veces se siente a solas». El libro recopila por primera vez entrevistas ofrecidas por Violeta en el periodo 1953-1967, con contenidos que ni siquiera los biógrafos habías consultado.

En el séptimo arte, en 2011, Andrés Wood filmó «Violeta se fue a los cielos», que narra la vida de la folclorista, situándose en distintos escenarios de la época, que en su primer día de estrenó superó los seis mil espectadores. La cinta, protagonizada por Francisca Gavilán, fue la ganadora del Gran Premio del Jurado en Sundance 2012 y fue nominada en los Premios Goya de ese mismo año. El guión está basado en la biografía de la cantautora escrita por su hijo Ángel.

Asimismo, el año pasado se estrenó el cortometraje animado «Cantar con sentido, una biografía de Violeta Parra», a cargo de los artistas Leonardo Beltrán y Cecilia Toro (Plastivida), que en 20 minutos recrea los hitos más importantes de su vida a través de la técnica de stop motion con personajes modelados en plasticina que se mueven en distintos paísajes. La producción ha llegado a festivales como Chilemonos, Valdivia, Canadá y Annecy, uno de los más prestigiosos de la industria. Fue realizado para el Museo Casa Natal de Violeta Parra en San Carlos, Región de Biobío, y ya suma más de 10 mil espectadores. La semana pasada llegó a la TV abierta emitido por Chilevisión.

“Abarca todos los episodios de su vida, desde su nacimiento hasta su fallecimiento, pasando por su relación con su hermano Nicanor, su trayectoria en Chile y su paso por Europa, culminando en la mítica carpa de La Reina (…) Hubo una investigación previa de arquitectura y vestuario de la época, tuvimos que hacer reproducciones en miniatura de las obras de Violeta y crear las figuras de Nicanor, Ángel, y Violeta a sus distintas edades», resumió Toro a La Tercera.

En este género, también destaca el documental «El efecto Violeta», realizado por el departamento de prensa de CHV, que se compone de testimonios de quienes conocieron a Violeta, de actos conmemorativos que educan a niños sobre su figura, de diferentes expresiones artísticas inspiradas en ella: canto y composición, animación, arpilleras, escultura, danza. Obviamente, también la obra de Violeta Parra ha inspirado otras manifestaciones artísticas, como el teatro, las artes visuales, entre otras. Y para qué decir de las múltiples líneas que le han dedicado medios de comunicación tanto nacionales como extranjeros.

Google tampoco quiso quedar ajeno a los homenajes, y esta mañana le dedicó un Doodle a la cantautora, realizado por la francesa Hélène Leroux, que representó una de las famosas arpilleras realizadas por la cantautora. «Vale la pena recalcar es que ella era completamente autodidacta, sin una educación formal en las artes, y eso es inspirador para cualquiera (…) Escuché ‘Gracias a la vida’ durante todo el proceso y me enamoré de la canción desde el primer segundo», expresó a T13.

En el Museo que lleva el nombre de la gran creadora nacional se efectuó el acto oficial del centenario de la creadora, con diversas actividades al aire libre, en donde la Presidenta Bachelet realzó el legado de la festejada. «Todas las emociones, todos los matices del sentimiento humano caben en la obra de Violeta Parra. Sus canciones nos interpretan desde la denuncia, desde la ternura, desde la humanidad que se conduele de  situaciones intolerables y que demasiadas veces siguen vigentes en el hoy. Violeta supo ver que Chile limita al centro de la injusticia», mencionó.

Asimismo, se inauguró la Sala La Jardinera y se anunció que esta noche La Moneda se teñirá color violeta en un nuevo homenaje para la cantautora. «Esta es una institución viva, que le da nuevos bríos al legado y memoria de Violeta Parra, aportando desde distintas áreas», señala Cecilia García-Huidobro, directora del museo. El salón  se ubica en el interior del museo y enfatiza en la relación que Violeta Parra tenía con la naturaleza. Este nuevo espacio tiene violetas, pensamientos, manzanillones, amapolas, toronjil, entre muchas otras especies de plantas a las que la artista hace referencia en sus obras. La sala, con acceso universal, cuenta con una fuente de agua, bebederos de aves y pajareras, en un entorno que recuerda la flora maulina de su infancia.

Con respecto a lo que ha sido el año en el que Chile y el mundo ha estado relevando la figura y obra de la artista nacional, el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, enfatizó que «el camino que comenzamos hace un año con el desafío de que Violeta Parra llegara a las casas y corazones de la ciudadanía ha significado un gran paso. Hoy más que nunca la impronta de Violeta se ha marcado con fuerza en las nuevas generaciones, que crecerán con la potencia de su mensaje».

Mientras que en la que se discute es su tierra natal, San Carlos, Región del Biobío (otros registros hablan de San Fabián de Alico), se ordenó a través de un decreto alcaldicio, el embanderamiento de todas las casas y edificios, entre las 8 y 18 horas, con el fin de involucrar a la comunidad en las celebraciones. En la comuna también, específicamente la Casa Natal de Violeta Parra, declarada como Monumento Nacional en 1992, se encuentra disponible la obra plástica y literaria “Las Estaciones de Violeta”, que conforman doce arpilleras acompañadas de poesía en décimas. En paralelo, se llevó a cabo el pasacalles «Una canción no más te pido», con la participación de artistas y vecinos de la comuna, finalizando con la obra «Violeta del canto, la tierra y lo divino».