Karla Grunewaldt estrena su primer álbum «Para existir», una propuesta refrescante y con melodías y letras potentes que prometen estremecer a sus oyentes, y que incursionan en un estilo distinto a los habituales en Latinoamérica.

La producción musical fue realizada por Loreto Bisbal y Daniel Grunewaldt. El disco lo componen 15 canciones cuidadosamente ordenadas que narran un viaje hacia el amor propio, donde la artista exterioriza problemas a los que las personas se enfrentan, independiente de la edad, gustos y creencias. La necesidad de escapar, de ser auténtico, de luchar, de amar y ser amado, entre otras sensaciones puramente humanas.

El álbum intercala momentos de mucha fuerza, como en «El camino», «Ahora es tiempo» y «No es el final», con otros de vulnerabilidad, como en «No estoy rota» y «Mi hogar». El punto en común entre las canciones, es que todas son un himno de empoderamiento, que invita a convertirse en seres capaces de transformar el desamor y las experiencias oscuras de la vida, en luz.

A nivel musical, el disco evoluciona pasando del folk y la conexión a la tierra, a aquellas canciones con un sonido más electrónico y onírico. «Se llama ‘Para existir’ porque la música es lo que me hace sentir viva. A los 15 años, escribiendo estas canciones, descubrí que mi propósito era crear música y conectarme con otros a través de ella», señala Karla.

La canción destacada de este disco se titula «Luz» y fue premiada en la categoría «Latín Music» en International Songwriting Competition, competencia que contó con jurados como Dua Lipa y Coldplay, entre otros. «El tema habla de un amor luminoso, pero también puede interpretarse como tu versión del pasado cantando a tu versión del futuro, que es mucho más fuerte y sabia. Engloba todas las canciones anteriores, tanto a nivel musical como estético. Además, representa el comienzo de mi nueva etapa musical y como persona», explica la artista.