La teoría de la comunicación en «Codex», el segundo disco del trombonista Alfredo Tauber

El trombonista Alfredo Tauber acaba de lanzar su segundo álbum titulado «Codex», producido y editado por el Sello Vértigo, y gracias al financiamiento del Fondo para el Fomento de la Música Nacional, Convocatoria 2019 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

En la producción discográfica, las composiciones esconden un orden de notas específico, que se establece como un código con el que se enlazan los temas. El artista dice haberse basado en la teoría de la comunicación, en la que el código es el lenguaje común que deben tener el emisor y el receptor para una comunicación exitosa.

En este disco, Tauber propone una estética mas moderna que en su primer disco, acompañada de elementos electrónicos y el sonido del trombón procesado. Así mismo, entre los temas del álbum se incluyen fragmentos de improvisación, llamados «decodificando» que reflejan la búsqueda colectiva del código, la interpretación del mensaje que se quiere expresar.

Esta música cobra vida con Alfredo Tauber en trombón, teclado, sintetizador y batería; Cristian Orellana en bajo eléctrico y sintetizador; y Matias Mardones en batería, teclado y sintetizador.

Alfredo Tauber es uno de los principales solistas surgidos desde la Conchalí Big Band durante la primera mitad de la década de 2010. Su polivalencia, y manejo de los lenguajes, lo instalaron pronto en distintos frentes de vientos, como integrante del grupo de swing y ska Santiago Downbeat (2008), como parte de la sección de metales del Ensamble Quintessence (2013), como miembro fundador de la Mapocho Orquesta (2014).

Como sideman, experimentó además una intensa participación en el quinteto de Diego Manuschevich, el sexteto de Jonathan Gatica, el quinteto de Roberto Carlos Lecaros y el cuarteto del guitarrista Italo Aguilera, además de actuar con otras figuras de la música pop, como Ana Tijoux. Su primer proyecto personal fue el grupo Mercurio Paradise y su primera publicación como solista fue el disco «Hibernación», bajo el sello Animales en la Vía.