Pasadas las 2 de la mañana, Denise Rosenthal se estrenó en solitario en la Quinta Vergara, luego de su actuación en 2008 junto a Amango. La cantante tuvo propuso una escena con visuales que rendían tributo a destacadas personalidades femenina, además de la lucha que ha tomado el género en estos últimos años. Asimismo, presentó una puesta escena de solo mujeres en los bailes y los coros.

La presentación comenzó con más reciente lanzamiento, «Tiene sabor», para luego continuar con «Lucha en equilibrio», ocasión en la que aprovechó de mencionar que «estoy muy emocionada de poder compartir aquí junto a ustedes (…) Cuando comencé el camino de la música, de componer, de hacer mis propias canciones, me puse como desafío intentar habitar la mayor cantidad de espacios populares posibles, tratando de generar una diferencia, tratando de generar contenidos a través de la cultura popular, que hace falta, sobretodo en los tiempos de hoy, que son necesarios los cambios profundos (…) Es por eso que para mí tratar de habitar espacios es lo más importante. El lenguaje, las palabras son poder, que generan realidad».

Tras el mensaje, interpretó una versión acorta de «Cabello de ángel», siguió con «El amor no duele», «Amor con amor» y «Soñarse de a dos», que cantó junto a Camilo Zicavo, su pareja y vocalista de Moral Distraída. Tomando lugar en el teclado, continuó con «Cambio de piel», para después recibir las Gaviotas de Oro y Plata.

En la última parte de su show dedicó «Isidora» a Gabriela Alcaíno, asesinada junto a su madre a manos de la expareja de la joven, y que impulsó la «Ley Gabriela», que amplía el concepto de femicidio si ocurre dentro del pololeo. Además, hizo un llamado a proteger los derechos de las mujeres. Hizo una reflexión sobre la crisis hídrica con «Agua Segura», y finalizó con con «Ni un fruto» y «Encandená».