«No cambió la manera en que hacemos las cosas, pero sí cambiamos nosotras», responde Marineros cuando les preguntan por qué ahora suenan tan distintas. La dupla se reactiva con «Rosas», la primera rodaja del que será su segundo disco y una canción que ellas consideran la piedra angular de la etapa que están inaugurando. A seis años de su álbum debut «O Marineros», Cer y Soledad dejan atrás la versión de Marineros que encajaba en el relato del pop chileno de la década pasada y salen por completo de cualquier molde generacional.

Con la guitarra en un rol más protagónico que nunca, el dúo se inclina en «Rosas» por una impronta clásica y atemporal que emana calidez, mientras desarrolla un contemplativo relato acerca de los ciclos que inevitablemente llegan a su fin. La naturaleza crespuscular de su nuevo single (y de todo el material que viene) queda de manifiesto en una comparación que ellas mismas plantean entre su tema debut, «Espero», y este recién estrenado sencillo. «Si nuestra primera canción era un nuevo amanecer, ‘Rosas’ es como un último atardecer».

El capítulo que inicia Marineros viene marcado por el fin de la inocencia y de las ilusiones en torno al amor romántico, y se inspira en las crisis de identidad que arman y desarman a las personas. En todas sus dimensiones, «Rosas» expresa un nivel de conciencia distinto, enlazado también con los cambios de épocas que vive la sociedad. Será esa, adelantan Cer y Soledad, la tónica del disco que pretenden lanzar a mediados del próximo año, y en el que, a pesar de haber cambiado, «seguimos buscándole sentido al mundo mediante la música».