Con solo 21 años, el contrabajista Nahuel Blanco se alza como uno de los nombres insignes en la nueva y prolífica generación de músicos de jazz en Chile. Si en 2019 llamó la atención su técnica en el disco «La Búsqueda», del también joven Joaquín Fuentes, en esta ocasión se consolida con su primer álbum como líder titulado «Nahuel Blanco» (2021).

El disco debut del artista es un viaje íntimo, dinámico y digerible. En él conviven piezas enérgicas y contemplativas, con un fuerte factor de improvisación y virtuosismo instrumental, que invitan a sumergirse en paisajes apacibles que matizan el transcurso de un trabajo que recrea fielmente una sesión en vivo de jazz de gran nivel.

«Grabamos todos juntos, como se hace tradicionalmente en el jazz. En la producción fuimos muy cuidadosos con la sonoridad y el tipo de registro para consolidar un sonido orgánico, de ‘sala’, que era lo que queríamos», explica el músico que actualmente estudia contrabajo clásico en la Universidad de Talca.

Acompañado por una banda de destacados músicos como Camilo Aliaga (piano), Edzon Maqueira (batería), Juan Pablo Salvo (trompeta), Kevin Carvajal (saxo tenor) y el emblemático Christian Gálvez (bajo eléctrico) , Nahuel Blanco expone un conjunto de tracks profundos que transitan por el jazz contemporáneo o el modal jazz, y traslucen una sensibilidad fresca y cercana.

Parte de esto se puede evidenciar en canciones íntimas como «Nogal», donde Nahuel Blanco recrea un clima personal donde solo están él y su contrabajo. O «Karuna», donde se percibe una atmósfera inmersiva por medio de una base de contrabajo y batería, lo que permite que el saxo y el piano luzcan entrelazados en un ambiente nocturno.

«En todos los temas traté de mostrar que cualquier idea de los músicos es válida y puede ser un camino», profundiza Nahuel Blanco.