El Festival Internacional de Documentales de Santiago, Fidocs, celebró entre el 7 y 13 de noviembre su vigésimo aniversario, que según cifras preliminares congregó a nueve mil asistentes en sus ocho salas de exhibición. “Nunca pensé que este festival llegara a durar tanto, es sin duda un orgullo y un reflejo de la saludable industria documental chilena y latinoamericana”, señaló su fundador Patricio Guzmán mientras que para el director del certamen, Carlos Flores, la clave es haber seleccionado películas “con la capacidad de hacernos ver de nuevo el mundo”.

«Pastora»,  dirigida por Ricardo Villarroel, fue la ganadora de la competencia nacional, un documental que se inspira en una pastora aimara que es condenada a presidio por la muerte de su hijo que extravío a los tres años durante sus labores en el Altiplano. Son las pobladoras quienes reflexionan sobre la justicia y la maternidad en un territorio  que es inhóspito y dejado al abandono. En la misma categoría, «Máquina Voladora» (Vicente Barros) y «La ciudad perdida» (Francisco Havré) se quedaron con el premio especial del jurado y mención especial, respectivamente.

En tanto, «Niña Sombra», estrenada en SANFIC 12, se impuso en la sección online. Aquí, su directora María Teresa Larraín relata con coraje, calidez y sentido del humor su nueva visión del mundo y su nueva vida, luego de comenzar a perder la vista mientras rodaba su última película en Toronto. Tras volver a Chile, conoce al Hombre Pájaro y se envuelve en una nueva realidad: el de los vendedores ambulantes no videntes de la Alameda. La cinta también ganó la competencia nacional del Festival de Cine de Chiloé.

Otros ganadores fueron la producción nacional «Robar a Rodin», de Cristóbal Valenzuela, en la categoría Primer Corte para trabajos en ejecución; mientras que la mexicana «La casa de los Lúpulos» y la española «Os días afogados» vencieron en la competencia latinoamerica e internacional, respectivamente.