El destacado actor y dramaturgo Alejandro Sieveking (82) fue anunciado como el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales 2017, que entrega el Ministerio de Educación. El artista, con cerca de siete década de trayectoria, se ha caracterizado por proponer un teatro crítico, reflexivo, con vanguardia y conexión con las audiencias. A su haber cuenta con la autoría de más de cuarenta obras, entre las que destacan «Ánimas de día claro» (1959), «La remolienda» (1965), «Tres tristes tigres» (1967) y «La comadre Lola» (1979), siendo algunas de ellas adaptadas al cine.

Pero antes de dedicarse al teatro, el intérprete estudió arquitectura en la Universidad de Chile, siendo su primer acercamiento con las tablas la obra «Encuentro con las sombras» en el Festival de Aficionados 1955. Y eso fue lo que definió su camino, ya que ingresó a la Escuela de Teatro de la misma casa de estudios, donde fue compañero y formó una dupla creativa junto a Víctor Jara.

La ministra de Educación, Adriana Delpiano, quien encabezó el jurado que también integró el anterior Premio Nacional Héctor Noguera, justificó la decisión “en mérito de su prolífica producción dramática, reconocida nacional e internacionalmente, la que prevalece en el tiempo. También por su destacada trayectoria como actor, director, diseñador y fundador de importantes compañías, a lo que se agrega su labor como formador de artistas (…) Sus obras“son muy diversas, reflejan momentos muy diversos de la historia del país, situaciones que son universales, pero establecidas en personajes propios de nuestro país».

Desde 1960, el intérprete cuenta con una veintena de importantes premios, tanto en Chile como en Latinoamérica, entre ellos el «Casa de las Américas» (1975), Mejor Dirección por el Ministerio de Cultura de Costa Rica (1976, 1982 y 1985), Altazor (2008), la Medalla al mérito artístico y cultural “Pablo Neruda» del CNCA (2013) y mejor interpretación secundarias en los últimos Premios Pedro Sienna (2017). Además, ha incursionado en la literatura con publicaciones como «La señora Kitty» y «Bella cosa mortal».

PAZ ERRÁZURIZ, LA MEJOR EN ARTES PLÁSTICAS

En tanto, en la disciplina de las Artes Plásticas, el Premio Nacional recayó en la fotógrafa y profesora general básica Paz Errázuriz Korner (73). «Su obra ha sido capaz de mostrar la vida misma, pero la vida que a veces no vemos a simple vista, la vida de los callejones oscuros, de las prostitutas, los travestis, de la gente en la calle, común y corriente, con una mirada que humaniza situaciones que cotidianamente no vemos o no queremos ver», explicó la titular de Educación.

La artista exploró su afición por la fotografía desde muy niña, desempeñándose de manera autodidácta en la fotografía infantil y en publicaciones sobre educación. Además, en su incursión por la fotografía periodística conoció las problemáticas sociales de las clases más vulnerables del país, y se desempeñó en la revista APSI, diversas agencias de prensa y en la Vicaría de la Solidaridad. En la década de los ochenta, fue una de las fundadoras de la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI), que buscó difundir la obra y defender la vida de los fotógrafos que denunciaron la cruda realidad de la dictadura militar. En 1993, se perfeccionó en la disciplina en el International Center of Photography de Nueva York.

Durante su trayectoria, ha expuesto en un centenar de exposiciones individuales y colectivas, que les ha valido distintos reconocimientos por parte de la UNICEF, Altazor y PhotoEspaña. Su trabajo lo ha enfocado en la muestra de espacios cerrados y marginales como documento social, y ha experimentado en el videoarte y la literatura, con coautoría junto a Diamela Eltit en «Los infartos del Alma» y con Claudia Donoso en «La manzana de Adán».

El Premio Nacional es el máximo reconocimiento que otorga el Estado de Chile, a la obra de chilenos destacados por su excelencia, creatividad, aporte trascendente a la cultura nacional y al desarrollo del saber y de las artes. Contempla la entrega de un diploma, una suma cercana a los 18 millones de pesos y una pensión vitalicia mensual equivalente a 20 Unidades Tributarias Mensuales.

UN GATO DEFENSOR DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Por su parte, el Premio Nacional de Periodismo, le fue otorgado a Alberto «Gato» Gamboa (96), uno de los fundadores del Colegio de Periodistas de Chile y del Círculo de Periodistas Deportivos, que presidió entre los cincuenta y sesenta. Además, dirigió el Fortín Mapocho y La Última Hora, y trabajó en Revista Ercilla, La Nación, La Cuarta, La Época, Clarín, entre otros.