Hombre Solitario es el nuevo alter ego del artista iquiqueño Ricardo González, conocido en la escena musical por proyectos como Delonelyman o Acuario Oscuro.

Bajo Hombre Solitario se encuentra una propuesta musical ligada a la música andina y el folclore nortino gracias a la publicación del single «La Esencia de Mi Ser», donde los vientos de las quenas y las cuerdas del charango se entremezclan con la emoción de la voz fuerte de un padre que le canta a su hijo con el corazón lleno de amor, pese a los obstáculos y adversidades de la vida. «Este lanzamiento es especial porque significa darle un nuevo regalo a mi hijo, expresado en el arte de la música y lo audiovisual, pero a la vez es un alimento al alma para ambos», confiesa el artista.

Y agrega que «los últimos versos de la canción son en inglés, y representa a quienes están separados de sus hijos estando en otro país. Como decía Jorge González en su canción ‘Hijo Amado’: ‘Hijo Amado, estamos separados por un mar, el idioma es complicado, es otra forma de pensar'».

Con una propuesta totalmente honesta, nacida y desarrollada desde el amor, la canción se luce también bajo el trabajo audiovisual, pues está acompañada de un videoclip realizado bajo la técnica de Inteligencia Artificial por Diego Álvarez de Insanity Producciones. «Queríamos experimentar y aprovechar estos nuevos recursos que tenemos disponibles como creadores y tratar de darle toda la parte emotiva y humana al mismo tiempo para lograr ese contraste entre el alto poder de deshumanización que conlleva el uso de estas herramientas y uno de los artes más antiguos de la expresión humana, como lo es la música», comenta.

La producción musical estuvo a cargo de MTL Producción, y los arreglos por parte del músico tarapaqueño, Chacha Jila.

El proyecto Hombre Solitario nace en 2013, inspirado por artistas locales como Jorge González, Chinoy y Angelo Escobar. Por aquel entonces, Ricardo grabó un demo de canciones acústicas titulado «Demos Caseros», los cuales subió a Bandcamp pero nunca publicitó oficialmente. Una de las razones es que quería grabar estas canciones en el Norte, ya que mayoritariamente hablaban de Iquique y su historia y en ese tiempo estaba viviendo en Santiago. Luego de años, pudo volver a su tierra y conoció a Chacha Jila, quien confió y creyó en sus composiciones.