En 2002, un joven Daniel Riveros Sepúlveda, ahora conocido por su nombre artístico Gepe, iniciaba sus primeros pasos en la escena musical. Lo hacía acompañado del bajista Javier Cruz en Taller Dejao, desempeñándose como vocalista y baterista.

El dúo, cuya propuesta se caracterizaba por el rock con compases folclóricos, con elementos del pop e incluso punk, tuvo un fugaz paso por el circuito underground de la capital, pero que no pasó desapercibido. Y es precisamente ese factor es el que motivó al sello Quemasucabeza a revivir extraordinariamente este proyecto juvenil como parte del cartel de su clásico Festival Neutral, a realizarse el próximo 6 de octubre en el Centro Cultural Matucana 100.

“Mucha gente, sobre todo cabros del rock de ahora, me han hablado del grupo y me hicieron darme cuenta que había algo ahí, un recuerdo con cierto peso», explicó el solista recientemente a La Tercera. Asimismo, en el documental «Al Unísono» (2007), en declaraciones que rescata la enciclopedia Música Popular, el sanmiguelino resumió que «a Javier le gusta el rock y a mí no. A mí me gustan las cosas más pop, folclor y esas cuestiones. Entonces es la mezcla de eso. Cada uno deja de lado lo suyo y hacemos Taller Dejao».

Fue esa evidente diferencia de intereses la que a fin de cuentas terminó por disolver el grupo en 2004. Tras ello, Cruz se alejó de la música, mientras que Gepe inició una exitosa carrera como solista, a la fecha con seis discos de estudios editados (y un séptimo que pronto saldrá, en homenaje a Margot Loyola), que lo erigen como uno de los exponentes más influyentes del pop y la música chilena.

Pero no solo la vuelta a los escenarios de la agrupación es la novedad, sino que también el mismo sello reeditó el único disco que estrenaron durante su actividad. Se trata de «El brillo que tiene es lo humano que le queda» (2004), y que ya se encuentra disponible a través de las distintas plataformas de streaming, con doce sencillos, entre los que destacan «Caminito» y «No quiero querer a nadie».