El músico y multiintrumentista chileno Tomás González vuelve a la escena musical con el lanzamiento de su primer single en una década: “Arder, el cual ya se encuentra disponible en todas las plataformas digitales. Además, el próximo 8 de enero presentará el tema en vivo, en el GAM, en el marco de Tocatas Mil.

El artista ha consolidado su carrera a través de la fusión de estilos como música electrónica, docta, africana, brasileña y latinoamericana. Con una trayectoria que incluye acompañar a Patricio Manns por seis años y dos discos (Lengua Muerta, 2010, y Orangután, 2014), González se ha ganado un lugar destacado en la escena chilena.

“Arder”, con una marcada estética urbana y nuevos elementos electrónicos, refleja la exploración del artista en su tránsito por la ciudad, una experiencia que se traduce en un sonido fresco y contemporáneo. Este trabajo mezcla la riqueza de la fusión musical, manteniendo su sello característico.

“’Arder’ es una canción que compuse hace 6 años, después de hacer ‘Orangután’, que es un disco súper triste (…) Me quedé con las ganas de hacer una canción que fuera bailable que tuviera esa misma rabia, esa misma pena, pero ya hablando de un tema más personal, y sacarlo muy hacia afuera, muy explosivamente”, indica el músico.

El single fue producido por el cantautor y el músico Vicente Cuadros, quien “potenció el elemento bailable de la canción, para que el single permitiera a quien la escucha, bailar la pena, bailar la tristeza, bailar la traición, la soledad. Hay mucha presencia de coros, de multitudes que van acompañando esta soledad de quien canta, pero que va haciendo también que la gente pueda ir bailando”, agrega González.

La dirección artística del nuevo álbum estará a cargo de la destacada actriz, directora y dramaturga Trinidad González, quien además es hermana del músico y forman parte de la misma Compañía, Teatro Anónimo, donde Tomás se desempeña también como actor.

Trinidad describe este nuevo trabajo señalando que “la música de Tomás es un universo súper completo y complejo en el mejor sentido de la palabra, porque va de un lado a otro, desde las cosas más expansivas, alegres, que dan ganas de bailar, de vivir, de viajar, hasta cosas mucho más introspectivas, como sensaciones más reflexivas, intimas, nostálgicas”.