Era el hermano mayor de la mítica familia Parra Sandoval, aquella ícono del arte chileno. Y por esas cosas de la vida, fue el último que quedaba en vida. Nos referimos a Don Nicanor Parra, el creador de la antipoesía, y cuya obra ha gozado de una profunda influencia en la literatura hispanoamericana.

A los 103 años, se confirmó el fallecimiento del poeta, físico y profesor de matemáticas, quien pasó sus últimos días en su residencia en el balneario La Cruces y en su domicilio en la comuna de La Reina. Hasta hace poco tiempo tuvo que enfrentar el robo de sus cuadernos originales, que contenían anotaciones escritas entre los años 1990 y 2000, además de una fotografía que personalmente le regaló su amigo y Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda.

Nicanor Parra nació en San Fabián de Alico, Región del Biobío, el 5 de septiembre de 1914, donde desde muy pequeño se le estimuló la afición por el arte popular. Y así fue que siguió con esta veta, al igual que sus hermanos Hilda, Violeta, Eduardo, Roberto, Lautaro, Elba y Óscar.

Su primera publicación fue «Cancionero sin nombre» (1937), sucedida por la más emblemática «Poemas y antipoemas» (1954), y donde también figuran «Canciones Rusas» (1967), «Artefactos» (1972), «Sermones y prédicas del Cristo del Elqui» (1977), «Hojas de Parra» (1985), y la última «Antiprosa» (2015).

Esta nutrida bibliografía le ha valido reconocimientos como el Premio Nacional de Literatura (1969), el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (1997), el Premio Miguel de Cervantes (2011), el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2012), entre muchos otros. Además cuenta con tres títulos «Doctor honoris causa», conferidos por la Universidad de Brown, Universidad de Concepción y Universidad del Biobío. Aunque estuvo propuesto al Premio Nóbel de Literatura, el máximo galardón nunca llegó por parte de la Academia.

OBRAS INSPIRADAS EN SU OBRA

La obra del antipoeta ha inspirado incluso distintas manifestaciones artísticas. Una de ellas es el montaje teatral «Antibiografía», de la compañía Los Viajantes, que coincidió con el centenario del artista, la cual revisa en extenso trabajo literario y su influencia en la literatura chilena y mundial, y que según describen «lleva a la compañía a preguntarse por el interés que suscita Parra especialmente en generaciones jóvenes, y la vigencia que mantiene el artista en diversos ambientes literarios».

Si vamos a más atrás, en 1976, se encuentra la obra «Hojas de Parra, salto mortal en un acto», coescrita por Jaime Vadell y José Manuel Salcedo (Grupo La Feria), cuyo texto recogía los antipoemas de Parra, mezclando la poesía, el circo y metáforas relacionadas a la contingencia.  Fue un éxito de audiencia en las pocas presentaciones que tuvo; sin embargo, sus alusiones a la dictadura militar, desataron la molestia de este, y tuvo su última muestra el 12 de marzo de 1977, cuando la carpa instalada en Marchant Pereira con Providencia terminó en llamas.

DUELO OFICIAL

Con motivo de su partida y con el objetivo de enaltecer su memoria, el gobierno ha anunciado la declaratoria de duelo oficial por dos días a contar de mañana. Al respecto, la presidenta de la República, Michelle Bachelet, señaló que “Chile pierde a uno de los más grandes autores de la historia de nuestra literatura y una voz singular en la cultura occidental», mientras que el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, se refirió al primogénito del «Clan Parra» como «el antipoeta más grande del mundo». Por otra parte, el presidente electo, Sebastián Piñera, en el anuncio de su gabinete, dedicó un minuto de silencio a Nicanor Parra, a quien destacó por su carácter «irreverente y audaz, lleno de talento e imaginación».